Saint Paul Cathedral

      El día que llegamos a Londres se respiraba un aire enrarecido que no sabíamos muy bien si era el ambiente común de la ciudad o esa extraña atmósfera se debía a que horas antes había fallecido la Dama de Hierro.
     
      Días después tomé esta fotografía de la Catedral de Saint Paul, construida entre finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII ha sido escenario de importantes ceremonias religiosas como los  funerales de el almirante Nelson, de Winston Churchil o de la antes citada Margareth Thatcher o la Boda de Carlos de Inglaterra y la famosa Diana Spencer.
     
      Sólo puedo decir de Saint Paul que es majestuosa, muy muy cuidada y preciosa, su enorme cúpula se puede divisar desde diversos puntos a la orilla del Támesis, aunque el precio para visitarla, algo mas de 17 libras, es algo prohibitivo. Aún así, merece la pena pasear a su alrededor.

The Tube

      De Refugio antiaéreo en la II Guerra Mundial con hospitales de campaña hasta improvisada sala de conciertos con músicos de calidad y siempre caracterizada por ser la principal arteria del transporte Londinense. El metro o mas conocido como The Tube lleva funcionando desde 1863 y cuenta con 274 estaciones y un total de 408 kilómetros, siendo la segunda línea del mundo en kilómetros de vía y la primera de Europa.

      El peculiar logotipo se desarrolló y estrenó en 1908 con la finalidad de diferenciar de manera llamativa los nombres de las diferentes estaciones a lo largo de los andenes, para ello, en la barra azul aparecería el nombre de la estación siempre que el logo se encontrara en el interior de la misma y la palabra "underground" cuando el logo indicara el acceso a cualquier estación. "The bull-eye" o "The Target" como en un principió se conoció el universalizado logotipo siempre me ha encantado y por ello, a continuación, os dejo 4 fotografías en el que este icono londinense cobra un peculiar protagonismo.

Una noria que se mueve a merced del fluir de un río de gente

      El Támesis fluye sin descanso, el ritmo de sus mareas marca otra forma de medir el tiempo; su corriente arrastra sueños, ilusiones e incluso la mirada de alguna pareja de enamorados que ocasionalmente aferran un candado a la baranda de alguno de sus puentes a la vez que lanzan las llaves al río e intentan seguir su caída.
 

      La corriente del río se deja notar en la zona del London Eye y de manera casi mágica el movimiento rotatorio de la noria y el discurrir del agua se funden haciéndonos creer que la noria extrae almas en sus cabinas del río...el agua es vida, por todos es sabido y la zona del Eye es una de las mas concurridas de Londres tanto de día como de noche, si viajáis a Londres, no dejéis de experimentar la sensación de disfrutar de la ciudad a "vista de pájaro".

      El "Eye" se inauguró en el año 2000 como conmemoración del nuevo milenio. Mide 135 metros de altura y desde esta maravillosa atracción se puede contemplar el peculiar skyline londinense de una manera diferente sin perder de vista ninguno de sus edificios mas peculiares...17 libras no es dinero para vivir una experiencia tan maravillosa.

El Hormiguero

      Bajo ella, confluyen las dos líneas de metro con mas afluencia de Londres. Ya sea por bakerloo o por picadilly line puedes sentirte como una hormiguita emergiendo a la superficie de la capital Británica a través del "hormiguero" con mayor actividad del suburbano Londinense, la boca de metro de la estación de Picadilly Circus.
   
      En Picadilly no se conoce la oscuridad nocturna, tanto de día como de noche la luz deslumbrará a todo aquél que ascienda por su boca de metro. Picadilly Circus es el centro neurálgico comercial de Londres, muestra de ello son sus enormes neones y pantallas de última generación que por un momento pueden hacernos pensar que estamos en Times Square, sus históricos stores que allí se encuentran desde hace décadas como la tienda de deportes Lilly Whites o la discográfica Virgin Megastore (antes Tower Records) son claros ejemplos de ello.
   
      Picadilly era mi punto de partida cada día, simplemente la congestión de seres humanos por sus alrededores hizo que por unos días olvidase la soledad de las calles manchegas y me uniese al London Way Of Life...merece la pena.

      No podría continuar mi viaje por Londres sin acordarme de Bárbara, que razón llevabas...

London Cars (trastos Londinenses)

      Otro de los puntos que hacen a Londres diferente, son sus extravagantes automóviles, desde los célebres taxis rotulados de mil y una formas hasta sus preciosos deportivos de alta gama. El tema de las ruedas pequeñas no es de los que mas me entusiasma en el mundo del motor, pero en Londres he de reconocer que disfruté de la misma manera que lo habrían hecho mi sobrino Miguel o mi grandísimo amigo Andrés Miguel viendo trastos por sus calles. Porque me acordé muchísimo de ellos haciendo estas fotos y por que los quiero con todo mi corazón, les dedico esta pequeña selección de "trastos" Londinenses".

The Blackfriars Bridge

   

   Londres vive en torno a su río, para los londinenses cualquier zona anexa al Támesis supone un rinconcito para el relax y descanso y el Puente de Blackfriars no es menos. 

      Este puente de cinco arcos fue construido en 1869 para sustituir uno anterior construido en 1769 de estilo Florentino compuesto por 9 arcos semi elípticos.

 Mi paseo por el puente no fue diferente al del resto de Londres. Tranquilidad es lo que el sonido del agua rompiendo contra las columnas me infundaba y el ambiente cosmopolita de este no hacia mas que aumentar mis ganas por pasear sobre el. Fue un paseo que jamás olvidaré, sobre todo por la magnifica cerveza que degusté en el Blackfriars Saloon Bar, uno de esos sitios donde una magnífica variedad de cervezas es motivo suficiente para volver a repetir.