sábado, 25 de enero de 2014

Un pregón con la amistad por argumento.

Son horas intempestivas de una de esas noches que poco a poco van siendo habituales como mandan estas fechas.
Casas de hermandad, buenas, selectas y cofrades compañías, vivencias, consejos, opiniones, risas y sobre todo impaciencia.

Hoy es una de esas noches en las que llegas a casa con el proyecto de meterte en la cama para aprovechar bien el sábado que se empieza a perfilar, pero por esa ambición del un poquito mas, empiezas a ver vídeos; que si un palio, que si este cristo, que si el andar de aquel misterio en aquella calle tan famosa y...como por arte de magia acabas viendo grandes pregones de grandes pregoneros.
Uno tras otro hasta que te dan las cuatro de la mañana y cuando ya estás metido en la cama te acuerdas de ese que por encima de ser "El magno pregonero", lo consideras un amigo.
 Un amigo de esos que pregonan día a día a eso, a la amistad, a comprender el desconsuelo por la perdida de un aparejo, de los que comulgan con las alegrías, pero permanecen atentos a los desvelos de los suyos, de los que quieren tenerte presente en sus triunfos y de los que te hacen participe de sus consejos.

Sé muy a ciencia cierta que serás un gran pregonero, tanto como para ser catalogado de manera Justa "magno". De la misma manera sé que no vas a dejar a nadie indiferente, sino todo lo contrario, quedaremos todos perplejos, no me cabe duda que pincelada a pincelada, pintarás un bello cuadro de nuestra Semana Santa, con todo tipo de detalles, desde el mas sencillo cortejo al candelabro mas complejo. La genialidad, el sosiego, el buen gusto y el sentimiento, forman parte de tu "armamento".

Sé que no me equivoco, lo sé y lo tengo por cierto, porque ante todo, pregonarás por lo de dentro, por los tuyos y los míos; por los nuestros. Porque eres hombre de Hermandad y porque la justicia era cuestión de tiempo, porque eres un amigo de esos que calan por dentro y porque, por que no decirlo, ¡que coño! estoy deseando, disfrutar de una copa, mientras me cuentas las anécdotas en las que se inspiró todo el argumento y las que escribiéndolo surgieron, del que será un pregón para todos, para los que no son tus amigos y para los que estamos orgullosos de serlo, un pregón para la vida, un pregón para El recuerdo.